
Cuando finalmente se toma una opción puede ser la correcta o por el contrario podemos equivocarnos y esto puede ocurrir en muchas ocasiones. Todos cometemos errores, nos equivocamos, pero en ocasiones podemos arreglar algo en lo que hemos fallado al decidir; aunque a veces hay que aceptar también que hay decisiones que no tienen vuelta atrás.
Para las decisiones se tienen varias opciones, es cosa nuestra pensar un poco y elegir lo que más nos convenga o simplemente decidir por decidir, cosa que hoy en día se suele hacer mucho; de una decisión puede depender todo o no, puede ser algo tan sencillo como qué hacerse para merendar y puede llegar a cosas tan complicadas como la que he dicho anteriormente sobre los estudios.
El resultado de una buena decisión es la satisfacción de que lo que decides ha llegado a buen puerto bajo tu punto de vista, con una mala decisión en cambio se siente dolor, indignación o sufrimiento, debemos ser lo suficientemente maduros para buscar el camino correcto y tomando decisones hacerlo mediante la razón, aunque hay veces que sabemos que estamos tomando malas decisiones y aún así lo hacemos, hay que ser consecuente con nuestros actos, todo esto es símbolo de madurez.
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