miércoles, 29 de diciembre de 2010

Disculpas y Disertación

Lo primero que quería expresar son mis más sinceras disculpas porque este blog ha estado completamente muerto estas 2 últimas semanas por diversos motivos: 1) un viaje a Paris, 2) las fiestas Navideñas y 3) las largas e interminables comidas y cenas familiares. Por todo esto no he tenido tiempo de actualizar desde hace bastante tiempo, mientras se me ocurre un tema interesante del cual hablar voy a colgar mi disertación filosófica para que quien quiera, que la lea y de su opinión si le interesa:

¿El conocimiento puede conducir a la felicidad?

            Para empezar, es importante que definamos los términos con los que vamos a trabajar que son: el conocimiento y la felicidad, porque debemos conocer su significado ya que vamos a filosofar con ellos.
El conocimiento es la relación establecida entre un sujeto y un objeto, en la que el primero capta mentalmente la realidad del segundo. Se trata de un saber intersubjetivo (que puede concretarse de modo objetivo para hacerse accesible a distintos sujetos), lo es para todos los sujetos de modo igual. Muchos autores se han hecho preguntas sobre él como Friedrich Niezsche que dijo: “Sólo cuando el hombre haya adquirido el conocimiento de todas las cosas podrá conocerse a sí mismo, pues las cosas no son más que las fronteras del hombre”.
En cambio, la felicidad es un estado de ánimo que colma al sujeto de satisfacción. A lo largo de la historia de la filosofía, numerosos autores han considerado la felicidad como fin último de la conducta humana y más que definiciones sobre ella existen afirmaciones de que el hombre busca la felicidad y descripciones del modo de llenar el contenido de la felicidad o de la manera del alcanzarla. Sócrates y Platón dedujeron la idea de que el hombre no halla la felicidad en la satisfacción de sus necesidades físicas, sino en la armonía interior que produce la aceptación de un mundo moral.
Sabiendo esto, me hago muchas preguntas. ¿El conocimiento está ligado a la inteligencia, al saber?, ¿por qué no se puede definir la felicidad, aunque todo el mundo la busque?, ¿el conocimiento y la felicidad hasta qué punto están relacionados?, ¿podría conducir el conocimiento a la felicidad?

Si razonamos, los conceptos de conocimiento e inteligencia, están relacionados, porque cuanto más ampliamos nuestra inteligencia (gracias al pensamiento cuando nos expresamos, haciendo descripciones de nuestros sentimientos, dando explicaciones para aclarar lo que sucede o justificaciones)  más ampliamos nuestro conocimiento. Por tanto, siempre que ampliemos nuestra inteligencia también será ampliado el conocimiento ya que, es el arte de saber cosas, de conocer todo lo que nos rodea, de investigar sobre cualquier cosa que nos produzca incertidumbre, de abrir nuestra mente y nuestros pensamientos. También llegamos a la idea de que no podemos describir la felicidad, sólo se puede apreciar sobre ella que todo el mundo la busca y que a cada persona le satisface de una manera diferente. La felicidad es cualquier actividad, hecho, pensamiento, sentimiento que nos produce un bienestar interior y que nos afecta a nuestro estado mental, produciéndonos satisfacción. Por lo tanto, el conocimiento y la felicidad si que están relacionados, porque el conocer las cosas, el saber, el poder estudiar, investigar, produce satisfacción y por eso produce felicidad, ya que si no conociéramos las cosas, en realidad no seríamos felices aunque no lo sabríamos. Seríamos personas ignorantes. Y es que en realidad, conocer todo lo que nos rodea, nos ayuda a darnos cuenta de lo que en realidad nos hace felices, aunque también puede existir el caso de la persona que se crea que ya lo sabe todo, que no puede ampliar más su conocimiento y sea en este caso, esta persona, la ignorante porque el conocimiento es infinito, siempre podemos conocer más cosas nuevas, entonces cuando esa persona se da cuenta de la realidad, le puede afectar a su felicidad. También cuando conoces algo, te puedes dar cuenta, mediante tus conocimientos si te ayuda a ser feliz o por el contrario te produce infelicidad. Es más feliz el hombre que conoce, porque no vive en la ignorancia, sino que se despeja las muchas dudas que tiene en su cabeza  y podrá enfrentarse mejor a sucesivas situaciones que una persona que no tenga conocimientos. Esto podría llevar a una clara infelicidad. Por último, el conocimiento nos ayudaría a tomar decisiones y si son acertadas también nos produciría felicidad y satisfacción. Por todas estas razones pienso que el conocimiento si que conduce a ser más felices.
No obstante, si pensamos las cosas desde otro punto de vista. El conocimiento no nos produciría una felicidad plena porque, quizás cuantos menos conocimientos tengamos más felices seríamos, ya que muchas veces la ignorancia nos produce felicidad porque no buscas las respuestas a las cosas, ni nos preguntamos por nada. Un ejemplo sería la cita de Giacomo Leopardo que dijo: “La felicidad consiste en la ignorancia de la verdad”. También cuando somos conscientes de que el conocimiento es infinito, que siempre se puede ampliar, no produce felicidad, porque nos angustiamos pensando en que nunca llegaremos a saberlo todo completamente. La felicidad, por otra parte no tendría que ver con el conocimiento porque no nos produciría satisfacción ya que cada persona es feliz de un modo y hay tipos de persona que no les interesa tener conocimientos básicos, por su parte eso sería ser ignorantes. La ignorancia los hace felices porque no se hacen preguntas básicas sobre la vida, no quieren conocer cosas nuevas, por tanto quien no conoce es feliz porque no razona las cosas, las hace o las acepta porque sí. También otras personas pueden seguir la filosofía de que es mejor no conocer las cosas, debido al miedo o a otras incertidumbres; estas personas piensan que no tiene nada que ver el conocimiento y la felicidad, y que la felicidad está relacionada con otro tipo de cosas como los sentimientos, las relaciones con otras personas, ser social. Como hemos dicho antes, cada persona busca la felicidad de una manera y quizás desconociendo las cosas seamos más felices. Un claro ejemplo: cuando tenemos pareja durante mucho tiempo y ésta nos es infiel, cuando conocemos el hecho de que hemos sido traicionados, que nos ha sido infiel, nos produce una gran infelicidad, en este ejemplo no nos gustaría tener el conocimiento de este hecho.
Recapacitando, también podríamos poner un ejemplo al caso de que el conocimiento si que lleva a la felicidad: una situación desesperada, unos terroristas han puesto un artefacto explosivo que va a causar muchas muertes en el edificio donde trabajamos; aquí hay claramente un ejemplo de que sí que nos gustaría conocer que van a poner un artefacto explosivo ya que nos produciría una inmensa felicidad y satisfacción que no fuéramos víctimas de un atentado. Por otra parte, continúo afirmando, que las personas que se consideran más felices siendo ignorantes, no pueden ser felices. El miedo a no querer conocer las cosas no debería existir porque en realidad lo que te ayuda a definir y a encontrar la felicidad es el conocimiento de la propia felicidad. También hay distintos tipos de felicidad y uno de ellos es el que se consigue con el conocimiento de todo, sin conocimiento no hay nada. No hay que aprender por aprender, hay que aprender para pensar y hay que pensar para actuar. ¿No somos más felices relacionándonos con la gente?, pues unos conocimientos básicos nos ayudarán a ser más sociales, a poseer un saber estar en cualquier sitio, a poder llegar a entablar una conversación con unos fines y con el sentido que deseemos.

Para concluir, el pensamiento claramente nos conduce a un tipo de felicidad, relacionada con la parte mental, con el pensamiento. Porque está claro que la ignorancia no lleva a ningún sitio; ser ignorante no produce ninguna felicidad ni te sientes satisfecho de ver que tienes unos conocimientos. Como bien dice Sócrates: “Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia”. Otra opinión sería la de Maurice Maeterlinck: “Sólo se tiene la felicidad que uno puede comprender”. Estas dos citas ayudan a que comprendamos más fácilmente y a que veamos que el conocimiento si que conduce a la felicidad y aunque no sea algo imprescindible para ser feliz y haya muchos factores que nos ayuden a conseguir la felicidad, es una buena, grata e importante aportación para nuestra satisfacción mental. 

Para finalizar, os dejo un video que hicimos en la clase de francés, entre todos los compañeros, producción realizada por la creadora del blog y que espero que os guste  y que lo podais entender minimamente. ¡Feliz Navidad!

http://www.youtube.com/watch?v=S7mDytXx830&feature=player_embedded

martes, 23 de noviembre de 2010

¿Y si quedara poco tiempo?

¿Qué es el tiempo? ¿Existe la eternidad?¿Están ligados estos dos términos?

El tiempo es un modo de medir la vida, de ponerle orden a todos los momentos que vivimos, de tener una medida sobre todo lo que ocurre. Con el tiempo podemos ordenar los momentos en pasado, presente y futuro pero, ¿cuándo una situación pasa de ser presente a pasado y cuándo a futuro? Cuando nosotros lo decidimos así. El tiempo está creado porque hay cambios en nuestra vida. Un momento que acaba de suceder o sucedió hace mucho lo consideramos pasado, las cosas que predecimos sobre nuestra vida o lo que ocurrirá sería el futuro y el presente es el momento, el ahora.

En este momento, los adolescentes pensamos en nuestro futuro, y nos atormentan las cosas que podrían suceder, lo que queremos estudiar, todo lo que hay que hacer para ser alguien el día de mañana; pero, sin duda uno de los problemas que nos replanteamos está relacionado con el tiempo y es la eternidad. Ahora nos pensamos que vamos a vivir eternamente, que nuestra existencia no tiene fecha de caducidad pero, no es así. Los seres humanos no vivimos eternamente, nuestra vida es como un reloj de arena, la arena se va consumiendo poco a poco en un lado, en un reloj de arena puedes darle la vuelta y volver a empezar, pero en la vida no, cuando se termina no hay vuelta atrás. Por eso hay que vivir cada instante como si fuera el último, siguiendo el famoso lema Carpe Diem (aprovecha el momento, no lo malgastes) y ser lo más felices posibles, sin perder el tiempo.

Entonces, cuando una persona se da cuenta de la existencia del tiempo y lo relaciona con que no somos seres inmortales, empiezan a surgirle los problemas existenciales, el famoso ¿por qué estamos aquí?, ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos?...son las típicas preguntas que solemos hacernos. Yo no tengo repuestas para ellas de momento, pero como todos, también razono sobre ellas.

Con todo esto, como conclusión aconsejo que vivamos en el presente y no en el pasado o en lo que ocurrirá, que no nos atormentemos por nuestra existencia ya que considero que las repuestas a las preguntas anteriores se responden con la madurez y que la vida es un proceso y como todos los procesos llevan a alguna cosa, este proceso lleva a la muerte.

viernes, 19 de noviembre de 2010

¿Para qué me va a servir el blog?

Esta pregunta me la llevo haciendo desde que el profesor nos mandó crear un blog filosófico.
Hoy en día cuando vamos a clase atendemos, captamos la información que los profesores nos transmiten, pero cuando regresamos a casa no recapacitamos sobre nada de lo que hemos aprendido. No pensamos, o si lo hacemos es de forma poco educativa: nos organizamos la tarde, pensamos cuantas horas vamos a dormir, si hay que hacer algún ejercicio o mejor lo dejamos para el día siguiente a las 7 de la mañana, si tenemos que estudiar para algún examen aunque si consideramos que es fácil pensamos que igual si no estudiamos o estudiamos poco, aprobamos.
Estos grandes pensamientos son los que nos atormentan cada tarde de lunes a viernes a los jóvenes de hoy en día. Por esto, no desarrollamos una gran capacidad que tenemos que se llama pensar. No somos curiosos. No nos replanteamos las cosas, ni pensamos el porqué de nada. Simplemente vivimos como seres racionales y aunque la diferencia básica entre el hombre y el humano es la razón (el pensamiento), muchas veces no la utilizamos.
Con todo esto, pienso que este blog, me va a ayudar a ampliar mis ideas porque en realidad sabemos mucho más de lo que llegamos a imaginarnos, a hacerme preguntas importantes acerca de muchos temas en los que nunca me había fijado. Voy a poder expresar mis opiniones y mis posiciones sobre muchas questiones y lo más importante: voy a intentar desarrollar lo que pienso pero de la forma mas filosófica posible.